Supondré que estás ahora a mi lado, que el pie ajeno fue el tullo,
Y mi tortura decadente el respiro en tu boca,
Supondré que ya han pasado muchos meses, que aunque las facetas cambian,
Y el lenguaje se vuelve nostálgico, a veces doloroso, y hasta pecaminoso,
Caminamos juntos por una bahía viva, contemplándole el corazón
Y su sequía temerosa…
Supondré, que el mar, nos distingue, entre los peces,
Y que el aliento da latigazos, tan magníficos,
Que cuando nademos juntos, frente a frente,
El océano no de más de la excitación
Y en toda su impetuosidad, magistral
Caerá rendido a nuestros cuerpos putrefactos,
Y la “vana” escritura, de unos ojos morados.
Supondré que puedo matar,
Descuartizar a muchos…
Degollar a unos cuantos, cerrar mis ojos,
Y sentirme en paz…
Supondré, que al fin puedo besarte,
Que observo toda una tarde mover tus labios,
Y como los acaricio desde lejos, como me detengo, y caigo,
Como el sol, para disfrutar de “nuestras noches”
Como te suicidas, en las palmas de la mano, envuelta en tinta vendida,
Cómo escucho tus cantos, y tratas de oír el mío,
Aunque no se acostumbre a despejar tenciones,
De tal forma, extraña, y quizá un poco ruidosa…
Supondré que tú supones,
Que sí se puede cambiar la luz blanca, llenita de amor,
Por miles de luciérnagas apagadas, encantadas en ropajes negros y fúnebres,
Que no dilatan los ojos,
Ni causan temor…
Supondré que mi locura te agrada, o quizá te moleste,
Me gustan las caras, el rostro pintado de distintos personajes,
Y de vez en cuando, suelo quitar el telón viejo,
Para que la multitud, se impregne del mismo aroma,
En distintos párrafos, guiones, y violinistas fantasmales…
Supondré que peleo por fin, ante tus luceros,
Que las montañas se derriten por mi fuego,
Que los maremotos falsos, me divierten,
Al correr, mientras me detengo, y creo no poder estar más muerto,
Que va!, impregnarme de el, mas que nunca,
Sabiendo, que ya te he abrazado, como en mis sueños,
Que no me ha importado la tardanza del sol,
No quiero secarme,
Quiero estar mojado,
Supondré que estaremos mojados…. Helados…muertos…
Supondré que hoy mismo, he matado a muchos…
Supondré que mañana me presagian miles de futuros,
Supondré que la fe, se ha escabullido en alguna roca musgoza,
Supondré que sirenas del descanso lunar,
Vuelven, para ayudarme, porque a ti te he escogido,
Que las bahías no se acortan, no se entran, no descansan,
No se inmutan, no mueren como yo lo hago,
No transan con el miedo, ni con el reloj de las nubes más blancas…
Supondré, que hemos despertado, en la playa,
Que estoy sobre tu pecho, y rio
Mientras tu no entiendes nada,
Supondré que puedo aniquilar ciertos fantasmas,
Que me quedan miles de sueños, y con ellos
El termino de lo que no he hecho,
Hasta hoy,
Hasta este supuesto,
Al momento, de escribirte,
Al momento de avisarte que la magia siempre me acompaña,
Que creo en mí más que en nadie,
Que solo he logrado muchas cosas,
Que odio suponer, pero esta vez lo hago,
Porque nuestras noches,
Han nacido, de nuestras vaginas,
Se han criado en nuestras almas del océano,
Se han mutilado en nuestros vientres…
Porque el que nace está destinado a morir,
Pero no todos comprenden cuando algo fallece,
No cantemos un término al paso de la tumba,
Hay cosas, que morirán…
Hay muertes, que podremos compartir…